sábado, 13 de agosto de 2011

Sternblumennacht

Era medianoche en el bosque de las hadas,

A la luz de la luna… pálida y fría.

Susurrando el viento en los arboles antiguos,

Y la luz nebulosa, llena de sueños perdidos,

Entonces la vi florecer al lado del camino:

Estrella de flores, como una banda brillante,

Me sentí capturada por una mano helada de terror,

Ya lo sabían todos los niños en el país:

Cuando en la noche las estrellas de flores, florecen en el bosque de las hadas.

Date la vuelta y trata de huir,

Por que las hadas allí no tienen corazón,

Sus juegos solo causan pena y dolor.

El miedo y el terror me hicieron huir,

Fuera del peligro a un lugar seguro,

Mientras tanto vislumbre a lo lejos una luz,

De un brillo irreal, pero no m asustaba.

Fui hacia allí, ya no me aseguraba,

Que el bosque estaba lleno de carcajadas de hadas…

Un anhelo extraño se formo en mi mente,

Me hizo olvidar el miedo y me llevo hacia allí.

El aire a mi alrededor estaba helado,

La luz me llevaba hacia el bosque,

Mi camino ya lo había perdido de vista,

Un dolor extraño nació en mí…

Casi como si pudiera imaginar el juego del destino,

Que guía a la gente, según su propio destino.

De pronto se abrió ante mí el bosque:

Un claro de luz de la luna se formo frente a mí.

Entre en el claro y lo pude ver:

Una figura de piedra había en la luz de la luna.

Un dolor ardiente atravesó mi alma,

La faz de este ser toco mi corazón;

Porque todo mi anhelo, mi búsqueda y mi ser,

Los encontré allí en estos ojos de piedra,

Llena de desesperación agarre la mano helada,

En la que no había una chispa de vida.

De repente un ruido hizo estremecer a la piedra,

Y los yertos volvieron a la vida.

Si, me estaban mirando ¿pero como podía ser?

La mano que yo sostenía ¡ya no estaba hecha de piedra!

En donde antes una criatura sin vida no se movía,

Ahora había una persona cuyo calor yo sentía.

Y en su mirada estaba el mismo reconocimiento,

Que con llamas parecía quemar mi alma.

Por un momento el mundo pareció desaparecer,

Sentimos como nuestras almas se conectaban:

Apaciguados el uno por el otro,

Sin una sola palabra.

Pero solo un breve instante se quedo la luz,

Cuando su mirada se quejo de un desastre eminente.

Perdóname mi amor, pero no puede ser,

Porque mi destino quiere que me quede solo.

Cuando en la noche las estrellas de flores, florecen en el bosque de las hadas.

Date la vuelta y trata de huir,

Por que las hadas allí no tienen corazón,

Sus juegos solo causan pena y dolor.

Hace mucho tiempo he venido aquí por la noche,

Vi florecer las estrellas de flores, pero me reí,

De lo que en el país se estaba contando,

Y de mi propio destino oscuro,

¿Por qué las hadas me convirtieron en piedra?

Y ni espada ni magia me pueden librar…

Pero me ha sido concedido, en mil años,

Vivir una sola noche como un hombre.

Y cuando la primera luz del sol,

Se refracta en el roció de la madrugada,

Voy a petrificarme, sin vida y frio;

Una figura de piedra aquí en el bosque de las hadas.

En este momento sentí que mi corazón se quebraba,

Vinculados por el amor, desgarrados por el dolor,

Y las pocas horas que nos quedaban,

Me quede llorando en sus brazos.

El día ya estaba claro cuando m recupere,

Y todavía seguía en sus brazos.

Pero de nuevo esta sin vida y frio.

Y yo empecé mi camino para abandonar el bosque,

Mirando hacia abajo, no mire hacia atrás ni una sola vez,

Porque en el fondo de mi, sentía que me faltaba una parte.

Mi corazón tan frio como la piedra sin vida,

Mi camino me lleva lejos, a partir de ahora sola.

Cuando en la noche las estrellas de flores, florecen en el bosque de las hadas.

Date la vuelta y trata de huir,

Por que las hadas allí no tienen corazón,

Sus juegos solo causan pena y dolor.

By Constance Fröhling.

No hay comentarios:

Publicar un comentario